LA UNIVERSIDAD CON 50

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Llevo casi cinco meses en esta nueva aventura, la de ir a la universidad, con 50 años. Y me he llevado unas cuantas alegrias , pero tambien algún sinsabor y alguna decepción. Volver a estudiar 32 años después no es dificil, pues en unás semanas puedes volver a coger el ritmo, lo dificil es buscar las ganas y sobre todo el tiempo. Cuando uno sale de casa a las 7 de la mañana, come en 5 minutos, para poder llegar a la universidad, lo complicado es poder mantener la atención, esas horas son muy malas y la mayoria de las clases poco amenas, unido a que la gente joven sigue en el colegio y tienen muchas cosas que contarse, ya,  que el resto del tiempo lo pasan enganchados a un aparato vital, el movil, pues el único momento que encuentran para desarrollar su sociabilidad  es durante las horas de clase. Con lo que, el murmullo del profesor unido al zumbido de mis compañeros, hace que se convierta el sonido en un arrullo embaucador. Una vez superado estos contratiempos, descubres que hay asignaturas en donde los profesores, no hablan un idioma al que esta acostumbrado, ya que utilizan»palabros» que desconocias que estaban en el idioma (glucogénesis, uroporfirinogeno III, araquidonico), con lo que las cosas se complican. Una vez terminadas las clases y de regreso a casa, te das cuenta que físicamente no puedes más. Si nuestra cabeza se diera cuenta que, no tienes prisa, esto es una aventura, que no dependes para comer de estos estudios, que es más bien un hobby, que …. sería facíl llevarlo, pero como me dijo una amiga de 80 años, » yo me meteria al mar a nadar, pues creo que tengo 30, menos mal que aún recuerdo que tengo 80 y si me meto voy a estar un mes en cama con dolores».

Pues eso, tu cuerpo cree que tienes 18 como tus compañeros y lo intentas. Que consigues, no dormir bien, angustia, estress y al final lo único que sacas en los examenes es un 3 o 4, (muchas veces, más que tus compañeros) lógico, hay que dedicar un tiempo que no tienes. No os preocupéis, voy asimilandolo y aunque suspendo muchas, ya tengo una aprobada y con sobresaliente. Será por peloteo con la profe, pero sobresaliente. Otra cosa que me ha decepcionado, es que no entiendo el sistema de examenes, unas suman, otras restan, no arriesgas y no pones todo lo que «crees» saber, un poco complicado, esto unido a que hay profesores, que se suponen que son doctores, y que no es que no sepan llevar la clase, es que siempre vienen cansados, sin ganas, con enfados de niños de 7 años, y se ponen a gritar. (perdón pero me acaban de decir que he aprobado otra asignatura, y parezco un niño con zapatos nuevos, o eso se decia antes, ahora sería un niño con Play nueva).

Otra cosa que he descubierto, es que los examenes no son para determinar tus conocimientos, sino para ver si te pillan, que se tiran el cuatrimestre hablando de Arterias, preguntan Venas y así en todas las asignaturas. Bueno iremos aprendiendo,los ue tenemos unos años ya sabemos moldearnos, pues con los golpes que te da la vida, no se si te hacen más duro, pero lo que si aprendes es  a esquivar los golpes.

3 comentarios

  1. que razón tienes con lo de correr para todos los sitios y encima suspender y estar alegre que no es fácil. Yo también me he sentido así estresada; pero conforme pasan los días me siento mejor aunque a veces me mire y diga que hago yo aquí, que pinto en este sarao; a mi edad que tendría que estar tranquila. Pués a estudiar di que sí,Paco esto es una experiencia irrepetible en todos los sentidos.

  2. Cuando yo estudiaba mi carrera (Derecho), como iba a clase por la tarde, tenía muchos compañeros que trabajaban y estudiaban y yo siempre les vi como unos fenómenos. Había médicos, policías (estos casi sabían más penal que el profe…), funcionarios y administrativos…una azafata… Casados y con hijos… Incluso dos iban a clase embarazadas y tuvieron sus retoños durante el curso… Y para mi tenían un mérito tremendo, porque después de trabajar, meterte de 6 a 10 en clase, y luego Tener tiempo para estudiar, para el trabajo y la familia, es para que os hagan un monumento a la tenacidad. Nunca es tarde para aprender, y sobre todo para disfrutar aprendiendo. ¡¡Enhorabuena!!

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